El frío y las heladas en los bonsáis ¡SOS!

El frío y las heladas están a la vuelta de la esquina y pueden afectar nuestros bonsáis. Las preocupaciones crecen si tenemos nuestros bonsáis ubicados en el exterior, sobre todo, si el frío llega de forma repentina y muy intensa y va acompañado de heladas. ¿Cómo puede afectar el frío a nuestro bonsái? ¿Qué debemos hacer en ese momento?

Existen tres rangos de heladas, que afectan de forma distinta a nuestros bonsáis. En este artículo vamos a verlos y ver qué le pasa a nuestro bonsái en cada uno de estos casos.

A continuación, te enseñamos a proteger tus bonsáis de las heladas y qué hacer si nuestro bonsái se ha congelado. Toma tu abrigo y tápate bien, que vamos a ver qué podemos hacer en cada caso.

Cómo prevenir el frío y las heladas en los bonsáis

Podemos anticiparnos un poco a la llegada de las heladas y realizar unas simples acciones que ayuden a nuestros bonsáis a resistir mejor las inclemencias del clima.

1. En otoño tenemos una gran oportunidad de fortalecer nuestros bonsáis mediante el abonado. Recuerda utilizar abonos que sean más ricos en Fósforo y Potasio. El Potasio fortalece las plantas y las hace más resistentes a las bajas temperaturas.
2. Colocar las especies tropicales y/o subtropicales en un invernadero o dentro de casa.
3. Para los bonsáis situados en el exterior, puedes colocarles una barrera para evitar el efecto dañino de los vientos fríos.
4. Es preferible regar por la mañana, si riegas por la tarde, el agua podría congelarse debido al descenso de temperaturas que suele haber por la noche.
5. Evita podar a finales de otoño, porque al hacerlo en esa época no das tiempo a que la herida cicatrice y quedaría abierta expuesta al aire frío, hongos y demás patógenos.
6. Si vives en un clima muy frío, te recomendamos no trasplantar en otoño. Las raíces no crecerán a causa del frío y con las primeras heladas se partirán perdiendo su capacidad de alimentar al árbol.
7. Tus bonsáis Shohin de exterior, en este blog te contamos todo acerca de esta categoría de bonsái, puedes meterlos dentro de unas cajas de mayor tamaño con sustrato. Así les das una mejor protección contra el frío.

Cuando la helada ocurre entre los 0 °C y los -5 °C

Cuando llegamos a este rango de temperaturas es cuando el sustrato del bonsái se puede congelar formando un bloque de hielo.

Esto solo ocurre cuando el rango de temperatura está entre 0 °C y -5 °C centígrados, ya que la composición del sustrato (agua, tierra, sales minerales, etc.) hace que la temperatura tenga que ser inferior a 0 °C para que el sustrato se congele. Este congelamiento se llama congelamiento externo, es decir, no afecta al árbol, solo al sustrato externo a él.

Como resultado, el agua se congela formando cristales de hielo visibles en la superficie del sustrato, empujan el sustrato hacia arriba y presionan los tejidos de las raíces.

Esta presión la soportan bien las raíces principales, pero los pelos capilares o raíces absorbentes sufrirán en menor medida, ya que algunos, por el movimiento de empuje del sustrato hacia arriba, pueden romperse. Pero nada que pueda preocuparnos o dañar severamente nuestro bonsái.

Las raíces tienen cierta turgencia y aguantan la presión perfectamente.

¿Qué debemos hacer con nuestros bonsáis en las heladas de hasta los -5 °C?

1. No debemos regar con agua caliente para descongelar el sustrato, ya que el choque térmico afectará negativamente a las raíces.
2. Podemos ubicar el bonsái en un invernadero y espera que el hielo del sustrato se derrita naturalmente. En el caso de que no dispongamos de un invernadero, podemos crear un espacio protegido del frío con plásticos o lonas.
3. Una vez derretido, no regar hasta que el sustrato esté ligeramente seco.
4. Si se tratan de bonsáis Shohin, podemos enterrarlos en una caja con sustrato para que se derrita más rápido y crear una protección en futuras heladas.

Cuando la helada ocurre entre los -5 °C y los -10 °C

A esta temperatura no solo se hiela el sustrato, sino que también se hiela el agua de las células. Los árboles resistentes a las heladas aumentan la concentración de azúcares y proteínas en las células y así evitan la congelación de los tejidos. No es dañino, ya que el agua afectada es la que está entre las células y no la que está dentro de ellas.

Los Pinos, por ejemplo, en condiciones de frío extremo, desplazan el agua de las células a los espacios intercelulares. Lo notamos porque la aguja se queda rígida como un palo, porque los espacios están congelados, pero las células no.

Cuando la helada ocurre entre los -15 °C y los -40 °C

En temperaturas tan extremas el agua intracelular se hiela y se produce la muerte de los tejidos.

En primavera veremos el daño causado, ya que el árbol perderá las ramas. Y si el congelamiento afectó a muchos tejidos, el árbol simplemente no brotará.

Si esta congelación es rápida, es decir, sale el sol y los tejidos se descongelan rápido, el árbol se recupera y no sufre daños visibles, pero si las temperaturas tan bajas persisten y el árbol no se descongela rápido, los tejidos mueren.

Si la tierra está congelada por mucho tiempo, el problema que podemos tener es que las raíces no puedan absorber agua. De esta manera no podrán abastecer las yemas recién salidas y estas se secarán, ya que pierden agua por transpiración.

¿Qué hacer cuando nuestro bonsái se ha congelado?

1. No regar el bonsái para descongelar el sustrato.
2. Esperar que se descongele el sustrato.
3. Colocar una capa protectora de musgo Sphagnum sobre el sustrato. Servirá como una capa aislante.
4. Colocar el árbol en invernadero favorecerá la descongelación.
5. No es recomendable trasplantar a un sustrato nuevo y seco.
6. De manera opcional, añadir en el primer riego un vigorizante para ayudar al bonsái a recuperarse.

¿Qué hacer para descongelar nuestro bonsái?

Como puedes ver, no existen muchas medidas a tomar en caso de congelación. Debemos evitar a toda costa que esto ocurra. Pero si ocurre, recuerda lo básico:

• Protégelo en un invernadero o prepara un espacio con plásticos o lonas protectoras para ayudar a acelerar un poco la descongelación.
• Deja descongelar el sustrato del bonsái de forma natural.
• No riegues hasta que se vuelva a secar el sustrato.
• Por debajo de los -10º C es aconsejable que el primer riego después del congelamiento lleve un poco de vigorizante en su agua.
• Esperaremos a la primavera para poder evaluar los daños que haya podido sufrir el bonsái.

Como conclusión, podemos aconsejaros que, en invierno, estemos pendientes del clima y alerta para protegernos del frío y las heladas en los bonsáis contra la inclemencia del hielo, ya que en caso de producirse la solución no siempre estará en nuestras manos.

Tareas del mes de febrero para cuidar a nuestro bonsái